El Servicio Jesuita a Migrantes advierte que los NNA están en “un riesgo permanente de sufrir abusos y daños”, por lo que pide implementar una red de servicios de emergencia para acogerlos.
Según su informe «Balance de Movilidad Humana 2018-2022», este aumento «es exponencial» desde 2018 y tiene un epicentro: la región de Tarapacá, fronteriza con Bolivia.
“Las cifras analizadas nos muestran una alta presencia de NNA menores de 14 años, quienes pasan por situaciones extremadamente graves para ingresar al país. A través del trabajo de nuestros equipos de atención directa en Santiago, Iquique, Antofagasta y Arica, sabemos que la situación en la frontera hoy es muy peligrosa, y que los niños y niñas están en un riesgo permanente de sufrir abusos y daños, lo que tiene graves consecuencias en su bienestar”, asegura Ignacio Eissmann, director del Área de Incidencia y Estudios del SJM.
El estudio, que se basa en estadísticas proporcionadas por Carabineros, advierte que es posible que esta cifra «sea más baja de lo que realmente es» y establece en 5.983 el número de menores de edad que entraron de manera irregular a Chile durante 2021, de los cuales 5.130 serían de nacionalidad venezolana.
Además, se subraya que los datos recabados en 2022 apuntan que la tendencia alcista se mantiene, ya que hasta la fecha se han contabilizado casi un millar de menores, casi la mitad de los ingresos totales en 2020.
«Esto refleja que en 2022, si el ritmo sigue igual, con total seguridad se superará la cifra de 2021», alerta el informe.
Para enfrentar esta situación, Eissmann comenta que desde el SJM “en nuestras propuestas, subrayamos la importancia de implementar una red de servicios de emergencia que acoja sobre todo a niños, niñas y adolescentes con una mirada de respeto y garantía de los derechos humanos desde un enfoque interseccional, que permita iniciar un proceso de inclusión efectivo”.
Desde Venezuela a Chile a través del altiplano
Desde febrero de 2021, la zona de Colchane, ubicada a 3.700 metros de altura sobre el nivel del mar, es la principal ruta de entrada de migrantes irregulares a Chile, país afecto a una «crisis migratoria» de envergadura.
La crisis atravesó uno de los momentos más crudos en septiembre del año pasado, cuando una marcha antimigración en Iquique terminó con la quema de carpas y pertenencias de familias venezolanas que pernoctaban en la calle.
Al menos una veintena de personas han muerto en los últimos 12 meses intentando ingresar a través del altiplano, emplazado entre montañas y marcado por un clima hostil, con fuertes ráfagas de viento durante los días calurosos y temperaturas bajo cero grados durante la noche.
La magnitud del éxodo venezolano, sin precedentes en el cono sur, alcanza más de seis millones de personas, la mayoría de las cuales migran de forma irregular a través de los distintos países de la región sin que hasta la fecha se haya establecido una estrategia coordinada para frenar una problemática común.
Según el Departamento de Extranjería y Migración, en Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7% de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.
Noticia original: https://www.eldesconcierto.cl/nacional/2022/07/18/ninos-en-riesgo-sjm-alerta-que-se-triplico-el-ingreso-de-menores-por-pasos-clandestinos.html
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