A continuación presentamos nuestra opinión y propuestas metodológicas y conceptuales ante el primer informe de irregularidad migratoria lanzado el pasado 16 de diciembre 2021 por parte del Servicio Nacional de Migraciones.
Por INFOMIGRA
El conocer la verdadera cantidad de personas en estatus irregular y aquellas que hacen ingreso por paso no habilitado en un país, ha sido un desafío para todos los Estados del mundo, esto debido a que el lograr conocer esta cifra exacta ha sido una tarea que ninguna nación ha logrado alcanzar efectivamente y solo se ha podido estimar con grandes márgenes de error. Por esto, este tipo de estimaciones son sin duda un avance a la hora de querer mejorar las políticas públicas y migratorias en nuestro país. Ahora bien, respecto a esta estimación tenemos dos grandes comentarios:
1.Consideramos que esta estimación, si bien, presenta una primera fórmula concreta que aborda esta esta cuestión, deja posiblemente una gran cantidad de personas por fuera al no incluir la gran cantidad de personas que han hecho ingreso por paso no habilitado, situación que el mismo informe afirma: “en la frontera norte de Chile existe una gran dificultad para el control de migrantes que entran de forma irregular a Chile”. Este sin duda es uno de los grupos más grandes e importantes dentro del estatus de irregularidad en el país, más aún si consideramos dos factores:
-El alza de este tipo de ingresos a nuestro país el último año, el que se ha visto reflejado en la lamentable cifra a la fecha, de más de una veintena de personas que han muerto en nuestro país para el año 2021, siendo quizás cuatro veces más de las muertes registradas públicamente en nuestras fronteras entre los años 1990 y 2020.
-Producto de las expulsiones colectivas y su mediatización, existe posiblemente una gran cantidad de personas en estatus irregular que desiste de autodenunciarse o ingresar a los procesos de Regularización Extraordinaria, producto del miedo que tienen de presentarse ante instituciones del Estado, o de ingresar a procesos de regularización migratoria, ya que temen ser deportadas igualmente a pesar de querer regularizar su situación migratoria.
Por su parte, el concepto de “estatus irregular” incluye muchas situaciones migratorias, entre ellas, la situación de las personas que se encuentren “en trámite de una visa o Permanencia Definitiva”, el que es el caso de miles de personas (sobre todo de la comunidad venezolana) que hoy en día se encuentran hace al menos 1 año y medio (e incluso más) a la espera de obtener respuesta de sus solicitudes de residencia. Este limbo migratorio, en donde las personas si bien están tramitando una solicitud de permiso de residencia, tienen su cédula vencida y a la espera de poder conseguir un trabajo formal, cotizar o poder utilizar sus cuentas bancarias o acceder a arriendos regulares. Esto producto a las demoras de respuesta del mismo SNM. Dado la complejidad de lo anterior, esperamos que el SNM aclare si se incluyen estos casos dentro de las personas con “visas vencidas” en el punto (2).
2.El Informe realiza 2 grandes aseveraciones de causalidad sobre las que nos parece interesante reflexionar:
-Continuando con lo anteriormente expuesto, creemos que, asegurar metodológicamente que existen claras tendencias de irregularidad migratoria en los periodos que expone el informe, resulta algo por decirlo menos, arriesgado. Ya que como el mismo informe asegura, el ingreso de múltiples variables como las dos regularizaciones extraordinarias que se han hecho entre el 2018 y 2021 por ejemplo, son factores que obviamente inciden en la cantidad de personas en estatus irregular, ya que obviamente disminuyeron las cifras de irregularidad, pero a su vez no contabilizan aquellas que no consideran las personas que hacen ingreso por paso no habilitado.
-El establecimiento de las razones y efectos que tiene la migración irregular en este informe parece centrar netamente la responsabilidad en los sujetos y olvida las responsabilidades compartidas con el Estado y el contexto de los procesos migratorios: los Estados juegan un rol fundamental a la hora de garantizar y entregar herramientas y canales de tránsito seguro y regular para las personas migrantes, sobre todo, a través de sus políticas y gestiones migratorias. Lo que, en el caso chileno, por ejemplo, se ha visto agravado con el establecimiento de visas consulares y el establecimiento de algunos de sus requisitos que en el caso de las comunidades venezolana, haitiana y cubana en muchos casos resulta sumamente complejo a la hora de obtenerlos o certificarlos. Lo que, sumado al contexto de una crisis migratoria en la región y sanitaria a nivel global, ha forzado el cierre de fronteras, y que los desplazamientos forzados por la crisis humanitaria aumenten en la región y el mundo.
Finalmente, respecto a los efectos que tiene el estatus migratorio irregular de las personas en nuestro país lleva a que no puedan tener “acceso a servicios en los municipios y […] que esto genera roces con la población local” supone primeramente la posibilidad de que los servicios públicos pueden llegar negar el acceso a estos servicios y derechos (como salud y educación) que si deben ser entregados y garantizados por los municipios independiente del estatus migratorio de las personas. Y por otro lado, que esto genere roces con la población local, cuando las relaciones sociales no obedecen a causalidades únicas, sino que a múltiples factores como lo son por ejemplo uno de los más importante: la negativa politización, acciones de exclusión y establecimiento de discursos de xenofobia, racismo y discriminación hacia personas por su nivel económico por parte de autoridades y grupos políticos, que en muchos casos han criminalizado la migración, produciendo así, un ambiente de polarización social, y no de reconocimiento de derecho, diálogos y convivencia.
¿Se puede desincentivar la migración irregular?
Más que pensar en desincentivar la migración, es importante entender 2 cuestiones:
1.La migración es un proceso social que ha sucedido y sucederá más allá de la voluntad de las personas y los Estados, más aún en el caso de migraciones producto de crisis humanitarias y económicas. Cuando vemos que las personas son capaces de cruzar (y muchas veces morir en el intento) el Mediterráneo o nuestro desierto por superar las desigualdades económicas y sociales. Damos cuenta que por mucho que se intente colocar barreras, la desesperación y la desigualdad son cuestiones mucho mayores.
2.Las personas que migran por este motivo no buscan hacerlo de forma irregular, al contrario, buscan un proyecto migratorio que les ayude a mejorar sus condiciones originales mediante un proyecto migratorio seguro y regular.
En comprensión de ello, antes de pensar en “desincentivar” tenemos que pensar en incentivar y entregar las herramientas para proyectos migratorios seguros y regulares, esto en un esfuerzo mancomunado entre las personas que migran, el Estado y la sociedad receptora.
Esto, por ejemplo, a través del acceso a información necesaria, actualizada y de clara comprensión para toda persona que lo necesite, al igual que asegurando que las plataformas y sistemas a través de los cuales se realicen estos proyectos sean seguros y estables, tanto protegiendo los procesos migratorios como la identidad de las personas migrantes que la llevan a cabo.
El Informe en cuestión:
«Recuerda que regularizar tu situación migratoria favorecerá tu integración y calidad de vida en el país.»
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