La crisis humanitaria en el norte del país es seguida paso a paso por dos observadoras del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Noticia publicada por INDH 11 de abril
El 12 de febrero pasado entró completamente en vigencia la ley de Migración y Extranjería, luego de que fue promulgado el reglamento que contempla una serie de nuevas medidas para hacer frente a la crisis humanitaria que al menos desde fines del 2020 acontece en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. Esta tragedia es observada muy de cerca por las abogadas del proyecto entre el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Se trata de dos especialistas qué concurren a Chacalluta y Colchane para ver qué tanto han cambiado las cosas con la nueva normativa.
En esos lugares se han encontrado que los migrantes huyen de otros lugares en que han recibido malos tratos e incluso ataques xenófobos. Además, con una de las principales innovaciones de la nueva ley de Migración, la reconducción, tiene poco efecto en el caso de personas que han cruzado varias fronteras de manera informal. En Bolivia, por ejemplo, sólo reciben a sus ciudadanos, pero no a los venezolanos, que arriesgan quedarse en un limbo jurídico una vez que las autoridades chilenas los sorprenden ingresando por paso no habilitado al país. Todo esto acompañado de un estado de excepción vigente desde el 15 de febrero de este año. Ya ha sido prorrogada dos veces.
Chacalluta, una puerta en silencio
Desde la llegada del covid, el paso fronterizo de Chacalluta está cerrado y en la actualidad las autoridades sólo permiten el paso de camiones de carga. Esta restricción, sin embargo, no extinguió el flujo de personas que quieren entrar a Chile. Chacalluta permite el tránsito entre la ciudad peruana de Tacna y Arica. Según cuenta la abogada del proyecto INDH-ACNUR Camila Varela, hoy la frontera se encuentra custodiada por el Ejército y la PDI. Carabineros está en una segunda línea, cubriendo el territorio hasta la Ruta 11. Si se encuentran con alguien intentando cruzar, se lo entregan a la PDI, que hace el proceso de reconducción hacia Perú.
“Se han detectado personas que han evitado a los funcionarios dispuesto en la frontera y el posterior control que realiza Carabineros de Chile y logran llegar a la ciudad”, cuenta la abogada. “En mi última visita, se reportó que existen sectores geográficamente difíciles para el tránsito de vehículos, por lo que no pueden ser patrullados por PDI y que han sido utilizados por las personas extranjeras para hacer ingreso al país”, revela. Una vez atravesado este primer obstáculo, los que ingresan se introducen en Arica.
“Existe un aumento de asentamientos irregulares a las afueras de la ciudad. Se trata de familias de diferentes nacionalidades y orígenes. Entre ellas, personas que hicieron ingreso clandestino, pero no exclusivamente”, detalla.
¿Por qué se vienen a Chile? Son variadas las razones. Algunos llegan porque dicen que la salud chilena les permitiría enfrentar enfermedades que en otras partes no cuentan con cobertura. Varela cuenta también que “existen varios casos de personas que se quisieron asentar en Perú, pero hace unos dos años han aumentado los ataques racistas y xenófobos en contra de venezolanos. Por lo que vuelven a verse vulnerados en sus derechos y deciden buscar nuevas alternativas como Chile. He recibido relatos de mujeres atacadas sexualmente en razón de su nacional y género”, sostiene.
“Hay personas de Colombia o Venezuela que son amenazadas y perseguidas. Ellas buscan estar lo más lejos posible de sus atacantes y Chile resalta como destino”, añade.
Colchane y la reconducción
El ingreso de migrantes por pasos no habilitados ha sido de forma intermitente sujeto de atención para la opinión pública nacional. Es en este lugar donde una de las medidas de la nueva ley, la llamada reconducción, se ha mostrado estéril. Como dice la abogada del proyecto INDH-ACNUR, Javiera Saavedra, “a la fecha se puede llevar a cabo este nuevo procedimiento de la nueva ley de Migraciones sólo con personas bolivianas, ya que Bolivia, mantiene sus fronteras cerradas y niega el ingreso a su país de extranjeros que ingresaron irregularmente a Chile desde Bolivia”.
Ya pasó una de las dos etapas críticas que vive esta zona. Una transcurre entre noviembre y marzo, el llamado invierno boliviano. La otra comienza en junio y termina en agosto, el invierno austral. Sin embargo, la altitud térmica se presenta todo el año dado a la ubicación geográfica del paso fronterizo.
A fines de marzo, en su última visita en la zona, la abogada no halló un escenario de colapso como en meses anteriores. Para efectos de la migración, en Colchane se encuentra, por una parte, el Complejo Fronterizo Integrado propiamente tal, que permitía el ingreso y salida de personas y vehículos. Y también hay un Dispositivo de Primera Respuesta, gestionado por una productora llamada 370, que se adjudicó su administración en una licitación. “Este dispositivo se implementó por la crisis humanitaria desde antes de la publicación de la nueva ley. Hoy pernoctan ahí quienes han sido sorprendidos intentando ingresar al territorio nacional, eludiendo el control migratorio, ya sea por pasos habilitados o no y se les notifica el acta de reconducción inmediata. Pero como Bolivia no acepta el ingreso de extranjeros, este procedimiento no se puede llevar a cabo” cuenta.
En lo que va de 2022 lamentablemente han fallecido cuatro personas intentando entrar a Chile por la zona de Colchane. La comuna se conecta con Pozo Almonte. Desde ahí los migrantes pueden dirigirse hacia el poniente, a Iquique, o aventurarse al sur, hacia la zona central y Santiago, siendo la región Metropolitana su principal destino.
“El Dispositivo de Primera Respuesta tiene por fin brindar ayuda humanitaria de primera instancia. Después, una vez realizado un proceso sanitario, policial, administrativo y médico, las personas son trasladadas a Iquique para continuar su cuarentena por la emergencia sanitaria por Covid-19”, dice Javiera Saavedra. En el dispositivo se dan tres comidas diarias. Sin embargo, “no distingue edad ni necesidades nutricionales y en el caso de los lactantes, reciben leche”, afirma la abogada.
Hoy, una persona puede estar en el Dispositivo dos días en promedio. Tiene capacidad para 200 personas y hay espacio para cobijar 50 más. El Dispositivo se distingue de un Campamento para migrantes que está en playa Lobitos, en la comuna de Iquique, ubicado en un sitio fuera del radio urbano, a 22 kilómetros de Iquique. Este campamento está destinado a personas sin hogar, para que puedan tener albergue especialmente durante la noche, con la idea que en el día puedan trabajar en Iquique.
Razones para viajar
La abogada Javiera Saavedra cuenta que entre los migrantes, “según lo que me han relatado durante estos últimos años, en su mayoría se desplazaron forzosamente de su país origen; por persecución política o razones humanitarias, buscando en Chile protección internacional. Otros ingresaron por reunificación familiar y algunos, sin un plan migratorio determinado, esperaban en Chile tener estabilidad económica, seguridad, y una mejor calidad de vida”.
La abogada añade que “si bien Chile era su destino final, por motivos económicos no pudieron desplazarse de forma inmediata, por lo que la gran mayoría estuvo reuniendo dinero en otros países, como por ejemplo Perú. Relatan además que sufrieron xenofobia y fueron víctimas de tráfico migratorio en la frontera con Bolivia”.
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